25, tercer álbum de estudio de Adele, es lanzado tras casi cinco años desde aquel 21 que, como bien es sabido por todos, gozó de un éxito arrollador y descomunal.
Momentáneamente no disponible en
servicios de streaming y disponible a nivel global desde el pasado 20 de noviembre,
se caracteriza por incorporar el R&B, la balada o el pop (entre otros) como
sus principales géneros, tratándose del primer disco post-maternidad de la
artista británica y que incorpora, en su edición estándar, once temas en su
totalidad.
Una firme y desoladora prueba del
arrepentimiento amoroso es uno de los elementos protagónicos en la maravillosa
pista que, encargada de dar comienzo al disco, ha sido (acertadamente) escogida
como el primer corte promocional del mismo, habiendo disfrutado, hasta el día
de hoy, de una inmensa y muy positiva acogida por parte de los críticos
profesionales y del público y las radios, a niveles generales.
Es probable que ningún otro corte
de la discografía de la artista se haya designado a sí mismo como clásico de
forma tan repentina como lo ha hecho Hello, pista que culmina por completo en su último estribillo, cuando su
épico instrumental alcanza su punto álgido y la interpretación de la cantante
se hace aún más desgarradora.
En ocasiones, es inevitable que
seamos nosotros aquellos que destrozamos el corazón de aquellos que, sin lugar
a duda, no merecen dicho trato. Desoladoras conversaciones telefónicas son
testigo de semejante dolor y sufrimiento, lo cual es reflejado en el clip del tema, que se corona como el más
destacable de la videografía de Adkins, dirigido por el célebre director de
cine Xavier Dolan, mostrando el melancólico transcurso de la historia con un
conjunto de secuencias sublime.
A nivel conceptual, era sabido
por todos que, la principal diferencia con la colección de pistas antecesora de
Adele, sería el afrontar el amor desde un punto de vista que tratase las
cicatrices pasadas, sin remarcar de forma excesiva el concepto de sufrimiento. No
obstante, es imposible no adivinar trazas de dichas penurias en algunos de los
cortes inéditos de la intérprete de Rolling
In The Deep.
En el caso de que dicha
descripción tenga cabida dentro de 25,
Send My Love (To Your New Lover) se
cataloga como el corte más “bailable” del álbum. Es nada más y nada menos que
Max Martin uno de los responsables de su producción: la fusión entre ambos
podría ofrecer resultados magníficos, ¿cierto?
Si nos adentramos en la pista, lo
cierto es que nuestra primera impresión podría relacionarse más con el desconcierto o
con la insatisfacción: no obstante, según la asimilamos, nos adentramos en la
misma y nos dejamos embaucar por la resignación de la relación que narra la
artista, es cierto que descubrimos una de sus más sorprendentes e propuestas inéditas.
9,5/10
Por momentos ambiental y, desde
luego, constando de una instrumentación que se define como hipnótica, necesario hacer
mención a I Miss You que, además, es aquel corte de mayor duración del disco, con una extensión que roza los seis minutos.
“Te echo de menos cuando las luces se apagan”, declara en esta
contundente propuesta que incorpora momentos aptos para calificarse como brillantes,
entre los que se encuentra su desolador estribillo, por ejemplo, o su inspirador inicio.
9,5/10
When We Were Young es la canción que más posibilidades posee de
desempeñar el papel de segundo sencillo extraído del disco, al menos,
aparentemente.
Estrenada de forma exclusiva en
directo días atrás y con un título más que particular por parte de una persona
que ni tan siquiera ha alcanzado la treintena de años, coincide más a nivel
conceptual con la idea general que la cantante buscaba transmitir desde un
comienzo, marcado por el anhelo con respecto a una relación que, por
desgracia, podría darse por finiquitada.
Siendo honestos, a excepción de
sus encantadores coros, en cierto modo resulta incoherente destacarla como uno
de los más grandes momentos del disco (así, al menos, lo percibo yo).
7,5/10
Sería un auténtico disparate si
absolutamente todas las pistas incorporadas en el nuevo álbum de Adele
careciesen de reminiscencias extraídas de sus previos trabajos o, de forma
concreta, de 21, ¿cierto?
Para respaldar dicho
pensamiento, hace acto de aparición Remedy,
una balada a piano cuya finalidad emocional no es otra que la de demostrar a su
amado su incondicional apoyo psicológico y amoroso. No sería para nada
descabellado que fuese lanzado como sencillo, a pesar de que sean varios los
cortes incluidos en el disco los superiores a este, aún con lo bellos que resultan de sus elementos.
7/10
Adentrándose, de nuevo, en un
territorio no explorado (al menos, no del todo) con anterioridad por la
cantante, es cuando nos hallamos con una de las más memorables pistas de 25: Water Under The Bridge.
Desde que disfrutamos de sus
primeros acordes es sencillo intuir una pista que, a nivel sonoro, se
diferencia sin muchas complejidades del conjunto más compactado y cohesionado
del álbum, sin lugar a duda. ¡Ay, cuántos malentendidos y cuántos quebraderos
de cabeza puede ocasionar el amor!
En esta ocasión, dicha reflexión es complementada con un instrumental encantador y una pista vocal, a todas luces, emocionante. Resulta sorprendente desde su comienzo y, tras ello, se reafirma como absolutamente encantadora una vez alcanzamos su primer estribillo.
En esta ocasión, dicha reflexión es complementada con un instrumental encantador y una pista vocal, a todas luces, emocionante. Resulta sorprendente desde su comienzo y, tras ello, se reafirma como absolutamente encantadora una vez alcanzamos su primer estribillo.
10/10
Un halo de misterio sonoro,
además, es el que se apodera de River Lea,
a su vez, uno de los títulos más atractivos que componen el tracklist
definitivo del disco. Y es que, una vez más, la nostalgia juega un factor clave
dentro de los versos creados y recitados con tanta gracia por la artista.
Una composición que se torna más
y más poderosa según nos adentramos en su desarrollo, a modo de in crescendo, constando de un cautivador estribillo y desembocando, de forma posterior, en un desenlace único.
9/10
Unos coros imponentes adornan el
estribillo de Love In The Dark, otra
de las pistas que, indiscutiblemente, habrían podido formar parte del más
reciente álbum de la cantante, 21, en
el caso de que este hubiese sido creado a día de hoy.
Se cataloga (como es de imaginar,
en base a la anterior descripción) como una frágil balada cuyo elemento
protagónico es el piano, además de la voz de la artista. Destaca, en especial,
cuando hacen acto de aparición otros elementos orquestales, otorgándole una
clase indiscutible y convirtiéndose, a partir de ese instante, en una
exquisitez.
Es evidente que hay cicatrices en
el alma de Adele que, si bien no persisten en su sangrado, aún no han
desaparecido de su piel: no hay cabida para el arrepentimiento en lo que respecta a los actos cometidos dentro de su relación, con lo cual, quizás sea
este el momento en el que haya que desistir y abandonar el barco, antes de que
sea demasiado tarde…
8/10
El primer aspecto que acapara
nuestra atención con respecto a Million
Years Ago es, naturalmente, la inclusión de una guitarra, que se convierte
en el más llamativo aspecto de su instrumental, diferenciándose así del resto
de producciones del álbum, tal y como lo hizo Love Song en 21.
Uno de los múltiples significados
de la palabra “nostalgia”, si no el principal, la define como la sensación que
se apodera de nosotros cuando recordamos un momento de dicha de nuestra vida
que, por desgracia, ya ha transcurrido y desaparecido: es dicho sentimiento, en concreto, la
base de los desoladores versos de este tema. La artista se lamenta con respecto
a su felicidad pasada, la cual tuvo lugar hace “millones de años”.
A excepción de su melancólica
letra, es posible que nos otorgue la sensación de tratarse, a nivel musical, de
uno de los cortes menos atrayentes de los once que contiene esta producción
discográfica. A pesar de ello, la interpretación de la cantante y distintos instantes
no son, de ninguna manera, rechazables.
6,5/10
La desesperanza se apodera del
corazón de la intérprete británica sin ningún tipo de piedad, consiguiendo que
llegue a plantearse si el amor volverá a su vida, de tal modo que se aferra
totalmente a las ruinas restantes de su actual amor, siendo consciente de que este ha
sido derruido por completo.
All I Ask es por lo tanto, un tema la mar de
lacrimógeno y que, presume, además, de una melodía que puede definirse como
maravillosa. Dicha balada a piano, una de las más memorables de todo el álbum,
viene también de la mano de una pista vocal en la que la artista da rienda
suelta a su don, sorprendiéndonos y hechizándonos de nuevo, mientras manifiesta
ser presa de la más pura angustia.
8,5/10
La más pura y preciosa devoción
(valga la redundancia) es la causante del dulce sabor de boca con el que
finalizamos nuestra inmersión en 25,
una vez alcanzamos su undécima pista, Sweetest
Devotion.
La cantante habría evitado por
todos los medios llevar a cabo un álbum en el que se centrase solo en su retoño
pero, como es lógico, es prácticamente inviable (en el caso de que seamos artistas) atravesar la etapa de
paternidad y maternidad sin, posteriormente, plasmar dicha aparición en
nuestras vidas en nuestras creaciones.
Haciendo gala de un poderío vocal
admirable, cierra con broche de oro y de forma rompedora el conjunto de temas.
Qué mejor manera de hacerlo, además, que homenajeando a su hijo: ¡su posición
en el tracklist es, por ende, lógica,
además de todo un acierto!
8,5/10
A pesar de su indiscutible,
innegable y gigantesco éxito alrededor de todo el globo (en torno a 30.000.000
copias comercializadas a nivel mundial), incluso tomando en cuenta los grandes
aciertos de los que consta, es necesario afirmar y esclarecer que 21, a pesar de tratarse, indudablemente, de una
producción discográfica preciosa, plagada de sentimientos, no era una inmensa obra maestra, tal y como multitud de personas afirmaban e incluso, a día de hoy, vaticinan. Es por todo ello por lo que, de un modo u otro, las ansias originadas en torno al regreso de la
cantante se proyectaban, entre otros aspectos, en el deseo de disfrutar de un conjunto de temas inéditos que fuese superior al último
álbum mencionado. Una vez editado, llega la hora de la verdad: ¿se encuentra 25 a la altura de las expectativas
depositadas en él?
Evidenciando matices varios, sí,
desde luego. Dicha respuesta, además, omite cualquier tipo de cuestión
relacionada con la “inexistente evolución” o el “escaso riesgo” llevado a cabo
por la artista británica con respecto a sus nuevas pistas, argumento emitido
por ciertos oyentes. Si bien es cierto que no hay una evolución exageradamente camaleónica entre el segundo
álbum de estudio de la intérprete y este, es innegable que el mismo contiene
ciertas propuestas que nos otorgan el placer de escucharle en terrenos no
explorados con anterioridad en su carrera. ¿Realmente es necesario un mayor
cambio en este caso particular, con lo dificultoso que resulta el proceso de re-invención
y tomando en cuenta que la artista ya ha encontrado un estilo musical fiel a su
esencia y con el que se siente identificada? Siendo lógicos y, sumándole a ello
las posibilidades comerciales, lo cierto es que no.
Una vez más, nos encontramos ante
un disco cuya densidad sentimental y emocional es notoria, no solo en el aura
que envuelve al conjunto de pistas a nivel general, sino también en sus letras,
reafirmación del encanto que caracteriza a los versos y a las composiciones de
Adkins que, en esta ocasión, se encuentra ahogada entre un sentimiento de
nostalgia, tras la desoladora melancolía amorosa que plasmaría en sus
creaciones en el pasado. Carecería
de lógica, por otro lado, analizar toda producción de la intérprete de Someone Like You sin hacer mención a su
increíble talento y capacidades vocales, más evidentes que nunca y que, además,
son el aliado perfecto de sus vívidas interpretaciones.
La más recurrente prueba a la
hora de afrontar aquellas críticas que señalan una nula transgresión es, sin
lugar a duda, la sorprendente Send My
Love (To Your New Lover), encantadora y adictiva, a pesar de que cabría
esperarse una propuesta aún superior de la unión entre Adele y un productor de
tal calibre como Max Martin. Una vez habiendo descubierto el conjunto de
composiciones, comprendemos la lógica elección de Hello como carta de presentación, tratándose de una de sus más
memorables y accesibles incorporaciones, que debería de ser sucedida por
fantásticos cortes como I Miss You, Water Under The Bridge, River Lea o All I Ask.
No obstante, el principal inconveniente
con el que nos topamos según nos adentramos en el Long-Play es, curiosamente, el
mismo que predominaba en 21, aunque,
en esta ocasión, en menor medida: es inevitable establecer comparaciones entre
unas pistas y otras puesto que las más destacables canciones que componen el
producto final perjudican en demasía a aquellos temas que, sin ser hórridos, tales como Remedy, Love In The Dark o Million Years Ago, no se hallan para nada a la altura de semejantes composiciones musicales.
El no recurrir a su disco antecesor
a la hora de realizar una valoración de su nuevo trabajo supone todo un reto pero,
¿sabéis por qué parte con ventaja este último? Puesto que, al margen del
desempeño comercial (que, aunque pueda no superar al de 21 seguirá siendo, cuanto menos, descomunal), 25 parte con ventaja, al poseer una cualidad de la que no demasiados álbumes constan: el factor de lo atemporal y el constar de canciones que, desde un
primer momento, se autodefinen como míticas.
80/100
Yo creo que el disco es simplemente perfecto. Si no lo creen es solo por que consideran que respecto a ¨21¨ no es innovador, cosa que tampoco estoy totalmente estoy de acuerdo. Pero el disco en sí, es hermosamente perfecto, y me encanta que Adele se atreva con nuevos sonidos, lo hace más alegre, provoca distintos estados de ánimo, se puede escuchar en distintos contextos. ¨21¨ era de una sola línea, la tristeza.
ResponderEliminarTu comentario es todo un acierto, Unknown. ¡Me congratula que estés disfrutando de "25"! Te invito, por cierto, a que descubras otras entradas de este Blog que puedan ser de tu interés.
Eliminar¡Gracias por comentar!
Un saludo.
En mi opinión el álbum es mejor que "21", ya que habla de diferentes temas,el anterior se limito a la tristeza y desamor, "I Miss You" y "Water Under The Bridge" son las mejores del álbum aunque no se quedan atrás "Million Years Ago" y "When We Were Young", me decepcionaron un poco "River Lea" y "Love in the Dark" sus nombre muy llamativos pero pudiero en melodia dar mas, es ADELE se le perdona.
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con prácticamente todo lo que has dicho, David, aunque "River Lea" sea de mis temas preferidos del disco. Quizás no sea tan instantáneo, pero yo también defiendo que es superior a "25".
EliminarEs un placer tenerte por aquí, como siempre: ¡gracias por comentar!
Un abrazo.
Este nuevo cd lo encuentro muy bueno pero no superior, ni tampoco a la altura de 21. When We Were Young, I miss You y All I ask son espectaculares pero no son mejores que los exitos que se desprendieron de 21. Cabe tambien mencionar que Adele no tomo muchos riesgos en cuanto a su sonido y algunas canciones como Sweetest Devotion y River Lea se sienten sobrecargadas de producción.
ResponderEliminarEn general, considero que Adele llego con un buen material que, desafortunadamente, resulta ser un poco plano por lo cual me parecería aburrido escuchar todo el album seguido en vez de canciones sueltas, al contrario de lo que pasa al escuchar 21 que me da la sensación de emprender un viaje lleno de diferentes matices.
Quizás es posible que los puntos álgidos de "21" superen a los de "25" (es necesario que transcurra cierto tiempo hasta determinarlo, eso sí), pero en este caso, discrepo contigo.
EliminarA pesar de ello, coincido totalmente en lo que respecta a que "21" es un viaje lleno de matices y es probable que, a diferencia de este último álbum, sea más agradable de escuchar seguido como un conjunto de temas.
¡Te agradezco tu comentario, Ange Juliana! Confío en tener la posibilidad de leerte por aquí más a menudo.
Un saludo.
Cada uno tiene su opinión y nos empeñamos en compararlo con 21 (me inlcuyo) cuando no tendría que ser así. Pero como todos lo hacemos, yo me posiciono del lado de 21.
ResponderEliminarMe ha gustado tu review y como me has dicho, coincidomos en los dos mayores temazos del disco: Helllo y y Water Under the bridge.
Respecto a When we were young, a mí al prinicipio me dejó algo frío, pero ahora me encanta, sobre todo cuando Adele desgarra la voz.
Gran review ;)
Exactamente, Gory, no tendríamos por qué compararlo con "21", pero lo cierto es que resulta inevitable.
EliminarMe congratula que coincidamos en nuestras preferidas: ¡con el tiempo he aprendido a querer "When We Were Young"! Y lo cierto es que estaba tardando, jeje.
Mil gracias por tu comentario, de veras, es un placer tenerte por aquí.
Un abrazo.
Fabulosa review Sergio, me encanta como has desgranado cada canción aunque diferimos en algunas notas. La reflexión final también se acerca bastante a la mía...
ResponderEliminarTienes un don, y es la palabra.
Enhorabuena!!!!
Un saludo!!!!
¡Nekane, qué alegría recibirte por aquí después de tanto tiempo!
EliminarA mí me encanta que hayas dedicado tu tiempo a leerla y recibir esos halagos por parte de alguien como tú, significa mucho para mí, ¡Gracias!
Mil besos.
Deberías hacer una critica de Made In The A.M., de One Direction!
ResponderEliminarMil gracias por tu sugerencia, Facundo. Confío en que otras de las entradas incluidas en este humilde Blog sean de tu interés.
EliminarUn saludo.
Seguramente. Esta fue muy buena, coincidimos en muchas cosas de este album! Y espero la critica (:
EliminarOtro para vos. x
¡Gracias, Facundo!
EliminarComo siempre una entrada perfecta y una vez más te felicito por el trabajo. Tengo que decir que coincidimos bastante poco, no en la opinión general pero sí en nuestras canciones favoritas. Water Under The Bridge me parece de las más flojas del disco y Million Years Ago me transmite mucho y desde el primer momento se convirtió en una de mis favoritas. En general el disco me ha gustado mucho y aunque 21 sea mejor, éste no se queda atrás. Si me tuviera que quedar con 3 temas serían: Hello, River Lea y I Miss You. Saludos!!!
ResponderEliminarEs una pena que no coincidamos al completo en los temas, aunque sí es cierto que las tres que has mencionado están dentro de mis grandes preferidas del disco. ¡Mil gracias por tu comentario tan positivo, Carlos, de veras!
EliminarUn abrazo.