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domingo, 22 de noviembre de 2015

Crítica de "25", Adele


25, tercer álbum de estudio de Adele, es lanzado tras casi cinco años desde aquel 21 que, como bien es sabido por todos, gozó de un éxito arrollador y descomunal.

Momentáneamente no disponible en servicios de streaming y disponible a nivel global desde el pasado 20 de noviembre, se caracteriza por incorporar el R&B, la balada o el pop (entre otros) como sus principales géneros, tratándose del primer disco post-maternidad de la artista británica y que incorpora, en su edición estándar, once temas en su totalidad.

                                    
Una firme y desoladora prueba del arrepentimiento amoroso es uno de los elementos protagónicos en la maravillosa pista que, encargada de dar comienzo al disco, ha sido (acertadamente) escogida como el primer corte promocional del mismo, habiendo disfrutado, hasta el día de hoy, de una inmensa y muy positiva acogida por parte de los críticos profesionales y del público y las radios, a niveles generales.

Es probable que ningún otro corte de la discografía de la artista se haya designado a sí mismo como clásico de forma tan repentina como lo ha hecho Hello, pista que culmina por completo en su último estribillo, cuando su épico instrumental alcanza su punto álgido y la interpretación de la cantante se hace aún más desgarradora.

En ocasiones, es inevitable que seamos nosotros aquellos que destrozamos el corazón de aquellos que, sin lugar a duda, no merecen dicho trato. Desoladoras conversaciones telefónicas son testigo de semejante dolor y sufrimiento, lo cual es reflejado en el clip del tema, que se corona como el más destacable de la videografía de Adkins, dirigido por el célebre director de cine Xavier Dolan, mostrando el melancólico transcurso de la historia con un conjunto de secuencias sublime.


10/10


A nivel conceptual, era sabido por todos que, la principal diferencia con la colección de pistas antecesora de Adele, sería el afrontar el amor desde un punto de vista que tratase las cicatrices pasadas, sin remarcar de forma excesiva el concepto de sufrimiento. No obstante, es imposible no adivinar trazas de dichas penurias en algunos de los cortes inéditos de la intérprete de Rolling In The Deep.

En el caso de que dicha descripción tenga cabida dentro de 25, Send My Love (To Your New Lover) se cataloga como el corte más “bailable” del álbum. Es nada más y nada menos que Max Martin uno de los responsables de su producción: la fusión entre ambos podría ofrecer resultados magníficos, ¿cierto?

Si nos adentramos en la pista, lo cierto es que nuestra primera impresión podría relacionarse más con el desconcierto o con la insatisfacción: no obstante, según la asimilamos, nos adentramos en la misma y nos dejamos embaucar por la resignación de la relación que narra la artista, es cierto que descubrimos una de sus más sorprendentes e propuestas inéditas.

9,5/10


Por momentos ambiental y, desde luego, constando de una instrumentación que se define como hipnótica, necesario hacer mención a I Miss You que, además, es aquel corte de mayor duración del disco, con una extensión que roza los seis minutos.

“Te echo de menos cuando las luces se apagan”, declara en esta contundente propuesta que incorpora momentos aptos para calificarse como brillantes, entre los que se encuentra su desolador estribillo, por ejemplo, o su inspirador inicio.

9,5/10


When We Were Young es la canción que más posibilidades posee de desempeñar el papel de segundo sencillo extraído del disco, al menos, aparentemente.

Estrenada de forma exclusiva en directo días atrás y con un título más que particular por parte de una persona que ni tan siquiera ha alcanzado la treintena de años, coincide más a nivel conceptual con la idea general que la cantante buscaba transmitir desde un comienzo, marcado por el anhelo con respecto a una relación que, por desgracia, podría darse por finiquitada.

Siendo honestos, a excepción de sus encantadores coros, en cierto modo resulta incoherente destacarla como uno de los más grandes momentos del disco (así, al menos, lo percibo yo).



7,5/10


Sería un auténtico disparate si absolutamente todas las pistas incorporadas en el nuevo álbum de Adele careciesen de reminiscencias extraídas de sus previos trabajos o, de forma concreta, de 21, ¿cierto?

Para respaldar dicho pensamiento, hace acto de aparición Remedy, una balada a piano cuya finalidad emocional no es otra que la de demostrar a su amado su incondicional apoyo psicológico y amoroso. No sería para nada descabellado que fuese lanzado como sencillo, a pesar de que sean varios los cortes incluidos en el disco los superiores a este, aún con lo bellos que resultan de sus elementos.

7/10


Adentrándose, de nuevo, en un territorio no explorado (al menos, no del todo) con anterioridad por la cantante, es cuando nos hallamos con una de las más memorables pistas de 25: Water Under The Bridge.

Desde que disfrutamos de sus primeros acordes es sencillo intuir una pista que, a nivel sonoro, se diferencia sin muchas complejidades del conjunto más compactado y cohesionado del álbum, sin lugar a duda. ¡Ay, cuántos malentendidos y cuántos quebraderos de cabeza puede ocasionar el amor! 

En esta ocasión, dicha reflexión es complementada con un instrumental encantador y una pista vocal, a todas luces, emocionante. Resulta sorprendente desde su comienzo y, tras ello, se reafirma como absolutamente encantadora una vez alcanzamos su primer estribillo.

10/10



Un halo de misterio sonoro, además, es el que se apodera de River Lea, a su vez, uno de los títulos más atractivos que componen el tracklist definitivo del disco. Y es que, una vez más, la nostalgia juega un factor clave dentro de los versos creados y recitados con tanta gracia por la artista.

Una composición que se torna más y más poderosa según nos adentramos en su desarrollo, a modo de in crescendo, constando de un cautivador estribillo y desembocando, de forma posterior, en un desenlace único.

9/10


Unos coros imponentes adornan el estribillo de Love In The Dark, otra de las pistas que, indiscutiblemente, habrían podido formar parte del más reciente álbum de la cantante, 21, en el caso de que este hubiese sido creado a día de hoy.

Se cataloga (como es de imaginar, en base a la anterior descripción) como una frágil balada cuyo elemento protagónico es el piano, además de la voz de la artista. Destaca, en especial, cuando hacen acto de aparición otros elementos orquestales, otorgándole una clase indiscutible y convirtiéndose, a partir de ese instante, en una exquisitez.

Es evidente que hay cicatrices en el alma de Adele que, si bien no persisten en su sangrado, aún no han desaparecido de su piel: no hay cabida para el arrepentimiento en lo que respecta a los actos cometidos dentro de su relación, con lo cual, quizás sea este el momento en el que haya que desistir y abandonar el barco, antes de que sea demasiado tarde…


8/10



El primer aspecto que acapara nuestra atención con respecto a Million Years Ago es, naturalmente, la inclusión de una guitarra, que se convierte en el más llamativo aspecto de su instrumental, diferenciándose así del resto de producciones del álbum, tal y como lo hizo Love Song en 21.

Uno de los múltiples significados de la palabra “nostalgia”, si no el principal, la define como la sensación que se apodera de nosotros cuando recordamos un momento de dicha de nuestra vida que, por desgracia, ya ha transcurrido y desaparecido: es dicho sentimiento, en concreto, la base de los desoladores versos de este tema. La artista se lamenta con respecto a su felicidad pasada, la cual tuvo lugar hace “millones de años”.

A excepción de su melancólica letra, es posible que nos otorgue la sensación de tratarse, a nivel musical, de uno de los cortes menos atrayentes de los once que contiene esta producción discográfica. A pesar de ello, la interpretación de la cantante y distintos instantes no son, de ninguna manera, rechazables.

6,5/10


La desesperanza se apodera del corazón de la intérprete británica sin ningún tipo de piedad, consiguiendo que llegue a plantearse si el amor volverá a su vida, de tal modo que se aferra totalmente a las ruinas restantes de su actual amor, siendo consciente de que este ha sido derruido por completo.

All I Ask es por lo tanto, un tema la mar de lacrimógeno y que, presume, además, de una melodía que puede definirse como maravillosa. Dicha balada a piano, una de las más memorables de todo el álbum, viene también de la mano de una pista vocal en la que la artista da rienda suelta a su don, sorprendiéndonos y hechizándonos de nuevo, mientras manifiesta ser presa de la más pura angustia.

8,5/10


La más pura y preciosa devoción (valga la redundancia) es la causante del dulce sabor de boca con el que finalizamos nuestra inmersión en 25, una vez alcanzamos su undécima pista, Sweetest Devotion.

La cantante habría evitado por todos los medios llevar a cabo un álbum en el que se centrase solo en su retoño pero, como es lógico, es prácticamente inviable (en el caso de que seamos artistas) atravesar la etapa de paternidad y maternidad sin, posteriormente, plasmar dicha aparición en nuestras vidas en nuestras creaciones.

Haciendo gala de un poderío vocal admirable, cierra con broche de oro y de forma rompedora el conjunto de temas. Qué mejor manera de hacerlo, además, que homenajeando a su hijo: ¡su posición en el tracklist es, por ende, lógica, además de todo un acierto!

8,5/10


A pesar de su indiscutible, innegable y gigantesco éxito alrededor de todo el globo (en torno a 30.000.000 copias comercializadas a nivel mundial), incluso tomando en cuenta los grandes aciertos de los que consta, es necesario afirmar y esclarecer que 21, a pesar de tratarse, indudablemente, de una producción discográfica preciosa, plagada de sentimientos, no era una inmensa obra maestra, tal y como multitud de personas afirmaban e incluso, a día de hoy, vaticinan. Es por todo ello por lo que, de un modo u otro, las ansias originadas en torno al regreso de la cantante se proyectaban, entre otros aspectos, en el deseo de disfrutar de un conjunto de temas inéditos que fuese superior al último álbum mencionado. Una vez editado, llega la hora de la verdad: ¿se encuentra 25 a la altura de las expectativas depositadas en él?

Evidenciando matices varios, sí, desde luego. Dicha respuesta, además, omite cualquier tipo de cuestión relacionada con la “inexistente evolución” o el “escaso riesgo” llevado a cabo por la artista británica con respecto a sus nuevas pistas, argumento emitido por ciertos oyentes. Si bien es cierto que no hay una evolución exageradamente camaleónica entre el segundo álbum de estudio de la intérprete y este, es innegable que el mismo contiene ciertas propuestas que nos otorgan el placer de escucharle en terrenos no explorados con anterioridad en su carrera. ¿Realmente es necesario un mayor cambio en este caso particular, con lo dificultoso que resulta el proceso de re-invención y tomando en cuenta que la artista ya ha encontrado un estilo musical fiel a su esencia y con el que se siente identificada? Siendo lógicos y, sumándole a ello las posibilidades comerciales, lo cierto es que no.


Una vez más, nos encontramos ante un disco cuya densidad sentimental y emocional es notoria, no solo en el aura que envuelve al conjunto de pistas a nivel general, sino también en sus letras, reafirmación del encanto que caracteriza a los versos y a las composiciones de Adkins que, en esta ocasión, se encuentra ahogada entre un sentimiento de nostalgia, tras la desoladora melancolía amorosa que plasmaría en sus creaciones en el pasado. Carecería de lógica, por otro lado, analizar toda producción de la intérprete de Someone Like You sin hacer mención a su increíble talento y capacidades vocales, más evidentes que nunca y que, además, son el aliado perfecto de sus vívidas interpretaciones.


La más recurrente prueba a la hora de afrontar aquellas críticas que señalan una nula transgresión es, sin lugar a duda, la sorprendente Send My Love (To Your New Lover), encantadora y adictiva, a pesar de que cabría esperarse una propuesta aún superior de la unión entre Adele y un productor de tal calibre como Max Martin. Una vez habiendo descubierto el conjunto de composiciones, comprendemos la lógica elección de Hello como carta de presentación, tratándose de una de sus más memorables y accesibles incorporaciones, que debería de ser sucedida por fantásticos cortes como I Miss You, Water Under The Bridge, River Lea o All I Ask.

No obstante, el principal inconveniente con el que nos topamos según nos adentramos en el Long-Play es, curiosamente, el mismo que predominaba en 21, aunque, en esta ocasión, en menor medida: es inevitable establecer comparaciones entre unas pistas y otras puesto que las más destacables canciones que componen el producto final perjudican en demasía a aquellos temas que, sin ser hórridos, tales como Remedy, Love In The Dark o Million Years Ago, no se hallan para nada a la altura de semejantes composiciones musicales.

El no recurrir a su disco antecesor a la hora de realizar una valoración de su nuevo trabajo supone todo un reto pero, ¿sabéis por qué parte con ventaja este último? Puesto que, al margen del desempeño comercial (que, aunque pueda no superar al de 21 seguirá siendo, cuanto menos, descomunal), 25 parte con ventaja, al poseer una cualidad de la que no demasiados álbumes constan: el factor de lo atemporal y el constar de canciones que, desde un primer momento, se autodefinen como míticas.

80/100
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16 comentarios:

  1. Yo creo que el disco es simplemente perfecto. Si no lo creen es solo por que consideran que respecto a ¨21¨ no es innovador, cosa que tampoco estoy totalmente estoy de acuerdo. Pero el disco en sí, es hermosamente perfecto, y me encanta que Adele se atreva con nuevos sonidos, lo hace más alegre, provoca distintos estados de ánimo, se puede escuchar en distintos contextos. ¨21¨ era de una sola línea, la tristeza.

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    1. Tu comentario es todo un acierto, Unknown. ¡Me congratula que estés disfrutando de "25"! Te invito, por cierto, a que descubras otras entradas de este Blog que puedan ser de tu interés.

      ¡Gracias por comentar!

      Un saludo.

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  2. En mi opinión el álbum es mejor que "21", ya que habla de diferentes temas,el anterior se limito a la tristeza y desamor, "I Miss You" y "Water Under The Bridge" son las mejores del álbum aunque no se quedan atrás "Million Years Ago" y "When We Were Young", me decepcionaron un poco "River Lea" y "Love in the Dark" sus nombre muy llamativos pero pudiero en melodia dar mas, es ADELE se le perdona.

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    1. Estoy muy de acuerdo con prácticamente todo lo que has dicho, David, aunque "River Lea" sea de mis temas preferidos del disco. Quizás no sea tan instantáneo, pero yo también defiendo que es superior a "25".

      Es un placer tenerte por aquí, como siempre: ¡gracias por comentar!

      Un abrazo.

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  3. Este nuevo cd lo encuentro muy bueno pero no superior, ni tampoco a la altura de 21. When We Were Young, I miss You y All I ask son espectaculares pero no son mejores que los exitos que se desprendieron de 21. Cabe tambien mencionar que Adele no tomo muchos riesgos en cuanto a su sonido y algunas canciones como Sweetest Devotion y River Lea se sienten sobrecargadas de producción.

    En general, considero que Adele llego con un buen material que, desafortunadamente, resulta ser un poco plano por lo cual me parecería aburrido escuchar todo el album seguido en vez de canciones sueltas, al contrario de lo que pasa al escuchar 21 que me da la sensación de emprender un viaje lleno de diferentes matices.

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    1. Quizás es posible que los puntos álgidos de "21" superen a los de "25" (es necesario que transcurra cierto tiempo hasta determinarlo, eso sí), pero en este caso, discrepo contigo.

      A pesar de ello, coincido totalmente en lo que respecta a que "21" es un viaje lleno de matices y es probable que, a diferencia de este último álbum, sea más agradable de escuchar seguido como un conjunto de temas.

      ¡Te agradezco tu comentario, Ange Juliana! Confío en tener la posibilidad de leerte por aquí más a menudo.

      Un saludo.

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  4. Cada uno tiene su opinión y nos empeñamos en compararlo con 21 (me inlcuyo) cuando no tendría que ser así. Pero como todos lo hacemos, yo me posiciono del lado de 21.

    Me ha gustado tu review y como me has dicho, coincidomos en los dos mayores temazos del disco: Helllo y y Water Under the bridge.

    Respecto a When we were young, a mí al prinicipio me dejó algo frío, pero ahora me encanta, sobre todo cuando Adele desgarra la voz.

    Gran review ;)

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    1. Exactamente, Gory, no tendríamos por qué compararlo con "21", pero lo cierto es que resulta inevitable.

      Me congratula que coincidamos en nuestras preferidas: ¡con el tiempo he aprendido a querer "When We Were Young"! Y lo cierto es que estaba tardando, jeje.

      Mil gracias por tu comentario, de veras, es un placer tenerte por aquí.

      Un abrazo.

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  5. Fabulosa review Sergio, me encanta como has desgranado cada canción aunque diferimos en algunas notas. La reflexión final también se acerca bastante a la mía...

    Tienes un don, y es la palabra.
    Enhorabuena!!!!
    Un saludo!!!!

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    1. ¡Nekane, qué alegría recibirte por aquí después de tanto tiempo!

      A mí me encanta que hayas dedicado tu tiempo a leerla y recibir esos halagos por parte de alguien como tú, significa mucho para mí, ¡Gracias!

      Mil besos.

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  6. Deberías hacer una critica de Made In The A.M., de One Direction!

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    1. Mil gracias por tu sugerencia, Facundo. Confío en que otras de las entradas incluidas en este humilde Blog sean de tu interés.

      Un saludo.

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    2. Seguramente. Esta fue muy buena, coincidimos en muchas cosas de este album! Y espero la critica (:

      Otro para vos. x

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  7. Como siempre una entrada perfecta y una vez más te felicito por el trabajo. Tengo que decir que coincidimos bastante poco, no en la opinión general pero sí en nuestras canciones favoritas. Water Under The Bridge me parece de las más flojas del disco y Million Years Ago me transmite mucho y desde el primer momento se convirtió en una de mis favoritas. En general el disco me ha gustado mucho y aunque 21 sea mejor, éste no se queda atrás. Si me tuviera que quedar con 3 temas serían: Hello, River Lea y I Miss You. Saludos!!!

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    1. Es una pena que no coincidamos al completo en los temas, aunque sí es cierto que las tres que has mencionado están dentro de mis grandes preferidas del disco. ¡Mil gracias por tu comentario tan positivo, Carlos, de veras!

      Un abrazo.

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