El Mal Querer es el segundo álbum de estudio de Rosalía Vila, sucesor de su debut editado en 2017, Los Ángeles, cuya edición fue producida ayer, día 2 de noviembre. Se compone de una totalidad de once pistas, concebidas por la intérprete barcelonesa de la mano de El Guincho, anexadas conceptualmente a los capítulos pertenecientes a Flamenca: dicha novela, de origen medieval, relata el aprisionamiento de una mujer por parte de su cónyuge debido a un ataque de celos, y constituye el eje temático de la producción discográfica en cuestión.
1. Malamente (Capítulo 1: Augurio) - Una caja de ritmos, unas palmas o un tambor son algunos de los elementos adheridos a la carta de presentación de El Mal Querer, con la ineludible presencia de tenaces coros que pronuncian "Así, sí", "Mu' mal, mu' mal" y, con especial gracia y brutalidad, "Trá, trá". Estos últimos, en particular, crean el aderezo perfecto de aquella pista que goza de mayor popularidad en la breve trayectoria de la artista y que, junto con la iconografía religiosa y las referencias a la tauromaquia contenidas en su sorprendente vídeo musical, personifican a la perfección la inquietante atmósfera de exasperación e inquietud que caracteriza a todo vínculo amoroso destinado al fracaso. 9,5
2. Que No Salga La Luna (Capítulo 2: Boda) - La faceta más añeja de los vastos dominios del flamenco se impone con firmeza en la segunda canción del disco, en la cual son partícipes, entre otros colaboradores, Las Negris y Los Mellis. Se posiciona como aquella canción más longeva del proyecto, con cuatro minutos y medio de duración, anticipados por un "¡Abaja ya la guardia!" que preludia el jolgorio posterior, destilado en todos y cada uno de sus instantes, así como una breve intervención hablada, pronunciada por la cantante. 8,5
3. Pienso En Tu Mirá (Capítulo 3: Celos) - El segundo sencillo extraído del presente elepé es, sin lugar a duda, aquel que imbuye y encarna con ulterior magnificencia el eslabón trazado por Rosalía entre aquel género del cual tan respetuosamente ha bebido a lo largo de su adolescencia, y una hipnótica impronta R&B de rabiosa actualidad. De esta manera, su producción exquisita y su crónica de manipulación, tan misógina como controladora -sin olvidar un impecable clip producido por CANADA-, armonizan una auténtica gema que se postula, sin inconveniente alguno, como una de las composiciones más destacables del panorama nacional de la última década. 10
4. De Aquí No Sales (Capítulo 4: Disputa) - El dinamismo y la versatilidad de los cuales hace constante gala la intérprete de Catalina se hallan reflejados con majestuosidad pasmosa en más de dos minutos de absoluta transgresión: no solo simboliza un acompañamiento inigualable a nivel narrativo para el encierro de la fémina ("Mucho más a mí me duele de lo que a ti te está doliendo, conmigo no te equivoques"), sino que edifica una transición barroca en la cual tienen cabida una pista vocal taciturna, una algarabía de palmas, extravagantes pinceladas electrónicas, motores y un épico desenlace, con una ejecución que parece aludir a la célebre islandesa Björk, referencia de peso para la productora y compositora catalana. 10
5. Reniego (Capítulo 5: Lamento) - La canalización de dolor más cristalina incorporada en este ansiado trabajo, es traducida a través de un canto desgarrador que, en compañía de una instrumentación lúgubre, configura aquel instante más armonioso y vetusto del disco. 7
6. Preso (Capítulo 6: Clausura) - A pesar de la breve extensión de algunos de los cortes incluidos, tan solo este atiende al auténtico arquetipo de interludio. Su protagonista es nada más y nada menos que Rossy de Palma, reputada actriz de origen español y "chica Almodóvar" que, entre cuerdas, relata el alcance del ineludible poder del amor, por el cual afirma haber descendido al mismo averno e, incluso, concluye: "Piensas: ¿Cómo he llegado hasta aquí?". 6
7. Bagdad (Capítulo 7: Liturgia) - El coro del Orfeó Català alza la piedra angular de una de las producciones más insólitas de El Mal Querer, dulcemente sombría y dotada de un cautivador misticismo, no únicamente como producto de la devoción de carácter religioso atestiguada por sus estrofas, sino también debido a su enigmático instrumental. Este último, por cierto, integra un sample de la balada pop Cry Me A River, concebida por Justin Timberlake. 10
8. Di Mi Nombre (Capítulo 8: Éxtasis) - Como es de imaginar, el erotismo implica un ámbito de considerable relevancia en todo marco afectivo, al margen de la positividad o negatividad que impregne al mismo. La libídine en un contexto sentimental es el componente elemental del tercer single del álbum, fundamentado en un tributo a la Repompa de Málaga. Se proclama, sin excesivos miramientos, como la pieza más adictiva del proyecto, gracias a los inescapables "Ay, ali, ali", presentes a lo largo de esta segunda incorporación de Los Nellis y Las Negris. 10
9. Nana (Capítulo 9: Concepción) - La más pronunciada alegoría de la introspección es exhibida mediante un remanso sonoro, designado como aquel corte de mayor talante experimental del LP, que intercala atenuadas influencias electrónicas con una desnuda interpretación, que le confieren un halo de espiritualidad y pureza fascinante. 8,5
10. Maldición (Capítulo 10: Cordura) - Un instrumental dotado de elocuencia, especialmente en las estrofas, al son de una melodía formidable, erige una de las composiciones más accesibles y magníficas del disco. Los matices caleidoscópicos de la pista vocal, marca de la casa y exacerbados con gran fragilidad en esta pieza, acentúan con vehemencia la angustia que manifesta su estribillo: "Ay, el querer, que en un momento quisiera estar loca y no querer. Porque el querer causa pena, pena que no tiene fin". 10
11. A Ningún Hombre (Capítulo 11: Poder) - La senda argumental transitada a través de los diez temas precedentes se halla determinada por su vínculo literario con Flamenca. No obstante, el undécimo, encargado de clausurar El Mal Querer, desprendido de toda suntuosidad musical, se realza como un alegato de empoderamiento femenino repleto de vigor, a través de arreglos que presumen de considerable pulcritud, y de versos interpretados como dagas lacerantes, reflectantes de cicatrices producidas por un querer del pasado, cuyos ecos constituyen fidedignas lecciones vitales. 9
Al margen del necesario y recientemente emergido debate sociológico en torno a la apropiación cultural, engendrado de manera inintencionada como producto de componentes varios adheridos a la concepción creativa de la intérprete de origen barcelonés, no cabe duda de que los méritos que han de ser atribuidos a su figura son, cuanto menos, conspicuos: en primer lugar, la exorbitante fusión producida entre la vertiente de tradicionalismo arraigada a las profundidades de la esfera artística española -alegorizada a través del flamenco, género del cual la músico se ha nutrido a lo largo de amplios y devotos años de estudio-, y aquella oleada de sonoridades establecidas e insertadas en la escena musical a lo largo de los últimos años, entre las cuales destacan el R&B o el trap; en el caso de que ello no fuere razón de peso para la veneración de su concisa trayectoria, cabe señalar la notable virtud que recae en ser artífice de una significativa eclosión entre una audiencia tan sumamente joven de cara a los terrenos flamencos, categoría percibida en numerosos contextos del ámbito nacional como arcaica y pretérita, del mismo modo que la posibilidad que, así, otorga a toda una generación de creadores, cuyas realizaciones puedan germinar en las raíces más intrínsecas del patrimonio cultural de España.
A pesar del innegable potencial comercial del que presumen los singles que han visto la luz de forma previa al lanzamiento del Long-Play -Malamente, Pienso En Tu Mirá y Di Mi Nombre, respectivamente-, la impronta folclórica es percibida como omnipresente a lo largo de los once temas que lo componen. Asimismo, la esencia encarnada y reproducida por su debut, Los Ángeles, es perpetuada y cristalizada con una ejecución que, lejos de otorgar al oyente la percepción de estancamiento, con todos los óbices que ello implica, concibe y reafirma una identidad artística firme, cuasi titánica.
A pesar del innegable potencial comercial del que presumen los singles que han visto la luz de forma previa al lanzamiento del Long-Play -Malamente, Pienso En Tu Mirá y Di Mi Nombre, respectivamente-, la impronta folclórica es percibida como omnipresente a lo largo de los once temas que lo componen. Asimismo, la esencia encarnada y reproducida por su debut, Los Ángeles, es perpetuada y cristalizada con una ejecución que, lejos de otorgar al oyente la percepción de estancamiento, con todos los óbices que ello implica, concibe y reafirma una identidad artística firme, cuasi titánica.
La belleza ligada a todas y cada una de las pistas que conforman el segundo álbum de estudio de la cantautora es acentuada por su sugerente índole conceptual. Dicho elemento, vigente en la composición y en la disposición narrativa, estética y visual que configura el proyecto, fragmentado en capítulos, acentúa incluso más, si cabe, la grandeza de sus cortes incorporados: desde lo sugestivo e hipnótico de Pienso En Tu Mirá, pasando por la oquedad sonora derivada en estremecimiento de Bagdad, o la portentosa magnanimidad de De Aquí No Sales hasta, por ejemplo, el rotundo desgarre del desenlace con broche de oro, suscitado por A Ningún Hombre.
El Mal Querer, aún con su magnitud artística, que resplandece por su visceralidad mayúscula, perpetuada mediante una producción enormemente sofisticada, una presencia vocal célica y versos desatadores de un vasto fulgor emocional, supone tan solo un receptáculo inmortalizado de la deslumbrante y repentina vorágine denominada "Rosalía". Una portentosa artista que, tal y como evidenció ante miles de espectadores el pasado 31 de octubre en el epicentro de Madrid de la mano de su ferocidad y brío escénicos, se corona con inmediatez como una de las figuras próceres de la industria fonográfica de los últimos tiempos.
90/100
Te felicito por esta reseña, un esperado álbum este "del mal querer". Para mí es un auténtico descubrimiento del 2018. Recuerdo cuando escuché por primera vez "malamente", en seguida se me pegó y aunque pensaba que era una más en usar el flamenco quedé fascinada por esa fusión flamenco/trap. En "pienso en tu mirá" me conquistó por completo, pura poesía que cualquier enamorado ha sentido alguna vez. Por último su último single "di mi nombre", el "say my name" made in Spain con un homenaje a los tangos de la Repompa malagueña. Sin duda estos 3 singles son el alma del álbum. Pero las historia trágica del álbum en la que está basada, un libro del siglo XXIII, basado en una historia en la que el marido encierra a su mujer en una torre por culpa de la toxicidad del machismo me parece curiosa porque el álbum es conceptual, contando como de un libro una historia.
ResponderEliminarQue acaba con el capítulo XXI en el que dice textualmente " A ningún hombre consiento que dicte mi sentencia. Solo dios puede juzgarme, solo a él debo obediencia". Que supone un canto de liberación de la opresión del patriarcado.
Todo muy bien orquestado, sin duda, dará que hablar. Para mí la artista revelación del 2018. Ha conseguido acercar el flamenco al mundo.
Me alegra verte de nuevo inspirado con Rosalía. Saludos Sergio!
Estoy totalmente de acuerdo contigo. En especial en lo que respecta a lo que has mencionado de "A Ningún Hombre", es totalmente un canto de liberación acerca del cual la propia Rosalía ha mencionado que es su forma de reconducir la historia de la novela "Flamenca" y, así, la transforma en un alegato de liberación femenina bastante interesante.
EliminarLa sorpresa es mutua y, al igual que tú, considero sinceramente que Rosalía es mi sorpresa del año 2018. ¡Qué gran descubrimiento! "El Mal Querer" se hallaba bajo la presión de unas expectativas inmensas y ha sabido cumplirlas con creces, lo cual tiene mucho mérito.
Gracias infinitas por tu magnífico comentario, Cris, me congratula que esta crítica haya sido de tu agrado.
Un abrazo.
Hola de nuevo, vengo a darte el premio "blogger recognition" por toda tu labor como bloguero. Pásate por mi blog para recogerlo.
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