Si hay artista alguna que fue recibidora de una gran aclamación, tanto por parte de la crítica como del público, a lo largo del pasado 2016, esa fue Beyoncé. La cantante reafirmó su relevancia en la escena pop y su extensa trayectoria con la publicación de Lemonade, un ambicioso y sobresaliente álbum que, acompañado de una película, se basaba a nivel conceptual en la infidelidad y posterior reconciliación con su pareja y marido, Jay-Z.
No obstante, tal y como sucedió con su antecesor, BEYONCÉ, la artista ha tomado la decisión de posicionar la producción discográfica en cuestión ajena a los servicios de streaming, debido probablemente no solo a su contrato con el portal TIDAL, del que es accionista, sino también como medida para el incentivo a sus seguidores de adquirir, ya sea en físico o digital, su trabajo más reciente.
Los distintos episodios componentes del film en cuestión, salvo excepciones, entre las que se encuentran Formation, Sorry, Hold Up y All Night, han sido liberados paulatinamente a lo largo de los últimos meses, acumulando cifras de visitas ascendentes a decenas de millones, más que meritorias, en especial si se toman en consideración los meses transcurridos desde que los mismos hubiesen visto la luz en la red, expuestos a cifras también apabullantes de descargas.
En esta ocasión, tras la flamante interpretación en los GRAMMYs por parte de la ex-componente de Destiny's Child, dos nuevas pistas han visto la luz en VEVO: se trata de Love Drought, una inspiradora e hipnótica composición acompañada de algunas de las secuencias visuales más memorables de Lemonade; así como de Sandcastles, su corte sucesor en el tracklist del citado álbum, una balada que, a pesar del portento vocal de la cantante, pasa inevitablemente desapercibida entre un conjunto de pistas impecable. Recientemente, por otro lado, Beyoncé ha cancelado su aparición en el festival de Coachella, programada para el mes de abril, siguiendo así sugerencias médicas.
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